viernes, 5 de noviembre de 2010

Retomando la actividad... SVERIGE - 1ª parte

Después de un parón provocado primero por las vacaciones de octubre, más otro sumado a falta de ganas de escribir y espera de recopilación de todas las fotos aquí estoy de vuelta, para seguir contando las experiencias por tierras de Odín.

El viaje comenzó temprano, rondando las 6 de la mañana nos "encajamos" 5 en un SEAT Ibiza, de forma más o menos decente, con equipaje para una semana y alcohol para varios días...

Partimos rumbo hacia el norte (si, más aun) y llegamos a la ciudad de Helsingørg, donde los señores de Scandlines tienen los barcos apostados para el asalto a la nación de los renos, Ibrahimovic, y sobretodo IKEA. Una vez en el ferry el sol comienza a querer hacer acto de presencia, mientras en el horizontes se atisba la "lejana" ciudad de Helsingborg; después de 20 minutos de tortuoso viaje en una bañera, podemos proseguir con el coche rumbo hacia nuestra primera parada del viaje, la ciudad de Linköping.

Puede que a muchos no les suene de nada el nombre de esta ciudad situada en medio de ninguna parte (es cierto, hay kilómetros y kilómetros de bosques, llanuras, señales de "peligro, alce suelto" y, de cuando en cuando, un McDonald's) pero es la sede de una de las compañías aeronáuticas más potentes de Europa. SAAB Technologies, propiedad desde 1995 de BAE systems, constructora de cazas como el Draken y el Gripen, amén de otros modelos como el SAAB 21 (primera aeronave construida a base de laminados de acero). Cuando te acercas por la autopista te saludan cual majestuosos colosos, ambos reactores, oteando la autopísta tal como hacían con los cielos antes de su jubilación y emplazamiento en ese lugar, para curiosidad de visitantes y orgullo de los que lo construyeron.

Volviendo un poco a la ciudad, se trata de una ciudad pequeña, no tiene más de 100.000 habitantes y con una universidad que acapara la vida social de la misma.



Despues de las oportunas visitas a catedral y vuelta por el centro tocaba momento de cena y reposo, que el día había sido excesivamente largo, lo que con una tortilla de patata y unas cervezas "de importación" (a ver quien es el listo que las compra en el Systembolaget).

Al día siguiente venía la mejor parte del viaje, la visita al SAAB Flygvapenmuseum, donde nos pudimos deleitar con las maravillas volantes producidas por SAAB, así como otros. modelos que pertenecieron al ejército sueco.













































































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