Donde lo había dejado... a sí, el domingo, bueno después de lo comentado anteriormente no ocurrió nada ese día, así que pasamos al lunes.... espera, si que ocurrió, el selector del cambio de la bici sufrió un fallo también debido a SCC (de ahí la corrosión tipo 3, que también se extiende por la pata de la bici)... estoy hasta la polla, cualquier día o me compro una o la usufructuo de la calle..
Como bien sabréis el lunes fué la final del Open USA, como bien se refleja aquí, y por lo tanto nos decidimos a ir a un bar donde retransmiten eventos deportivos en Lyngby, el Time Out, donde nos sorprendió un danés que estaba animando a Djokovic, después de unos cuantos juegos se acercó a nosotros y nos dijo que el quería que ganara Nadal, pero por 3 a 2, que era lo que había apostado... ciertamente curioso. Lo que me jodió bastante es que tuvimos que esperar a que acabara el partido de la Premier, que ni siquiera se quien jugaba...
Una vez suspendido el evento debido a la lluvia me fui para casa, que a la mañana siguiente hay que levantarse a las 06:30 (cosas de tener clase a las 8 y querer desayunar y ducharte antes de ir...)
El martes no fue un día muy productivo la verdad, y por tanto poco hay que contar... del miercoles más de lo mismo, salvo que estuvimos jugando al Ping Pong por la tarde en la S-Huset (en un mes te pulo Javi), amén de unas øl, obivamente.
El jueves tuve international dinner con la gente de mi grupo de introducción y alguno más suelto por ahí, yo hice una tortilla (obviously) y cada cual llevó algo de comida tradicional de su país, vamos lo tipico, una escusa buena para quedar para cenar y luego ir al bar de Kampsax para tomar unas pintas posteriormente.
Y llegó definitivamente el viernes, y con el la esperada fiesta en el Den Sorte Diamant (la biblioteca real danesa)... pero la fiesta al final no fue, ya que los muy hábiles de los organizadores se dedicaron a difundir la noticia en FB, con el consiguiente efecto mediático que ello supone, y donde tenían esperanzas de reunir a 400 personas, acabaron siendo unas 4.000, y claro, no había licencia para tanta gente... ¿solución? Chapar la puerta y que te den por el culo, por lo que nos buscamos un nuevo garito, pasamos primero por uno así como muy elegante, en el que, misteriosamente, no había cerveza danesa (¿?) así que tuve que beberme una Heineken (ya no me acordaba que no sabe bien :S), después de eso, nos acercamos a otro bar con música en directo, nos tomamos un par de birras, y después para casita... a la 1, eso es lo grandioso de salir de fiesta en este país, que puedes empezar a las 7 de la tarde el botellón (porque aquí se hace botellón, al menos por ahora) y después volverte temprano pa casa, así aprovechas el día siguiente.
Llegado el Sabado por la mañana, era el día de ir a la DTU y chapar, peeero el sol apareció por primera vez en toda la semana (y cuando digo primera es primera) y eso no se puede desaprovechar, armado con chorizo, lomo, un quesin de vidiago y otro de gamonéu, nos dispusimos a hacer ruta hacia el norte para llegar a Helsingør, (¿a que no sabíais que allí está el castillo en el que se inspira la historia de Hamlet?) todo ello por supuesto en bici, como mandan los cánones, pero hubo un inconveniente, UN VIENTO DE COJONES, si, es que el único recurso natural de este país decidió ponerse a producir, por lo que el ir en bici era inviable (según el DMI había vientos de 15 m/s= 54 km/h)... dispuestos a coger el tren, se nos unió Nicolas, un francés muy majo de Lyon que nos llevo en coche (thanks to the lord!), pues por allí estuvimos dando una vueltina, viendo el castillo, para posteriormente coger el ferry hasta Helsingborg, en Suecia, y darnos una vueltina por la ciudad.
Dinamarca y Suecia están muy juntas, tanto fisicamente (fueron 15 min en barco) como culturalmente, pero hay diferencias... la primera es que si en Helsingørg (Dinamarca) no hay casi ni un bar, y mucho menos una terraza, en Helsingborg (Suecia) las terrazas y los bares se veían más, también hay que decir que es una ciudad más grande, pero vamos, que hay cambios (luego está que los taxis pasan de ser Mercedes y BMW a ser Volvo XD).
Una vez visitada la ciudad, vuelta a Dinamarca para coger el coche, cenar, y después para casita, que no tenía yo precisamente ganas de salir de fiesta.
Y aquí concluyo, ya que este domingo no salí de casa y por tanto lo más interesante que hice fué un arroz con una lata de bonito (cosas de tener la nevera vacía)...
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